Amigos
de Webislam, hace tiempo que sigo vuestra
publicación internáutica y en primer
lugar he de felicitaros por vuestra labor
en lo que se refiere a la divulgación del
islam, la cultura islámica y la nueva
visión de Al-Andalus. Pero en segundo
lugar, como lector amigable, no puedo más
que constatar en vuestra publicación
algunas generalizaciones partidistas que
pueden faltar a una parte de la
objectividad histórica.
Veo
que habéis puesto en la red el libro de
Ignacio Olagüe: La revolución islámica
en Occidente, un texto al que no he
tenido acceso hasta ahora y que pienso
leer con detención. Si bien no soy
historiador sino un simple apasionado por
las cosas de Al-Andalus, pienso que habría
que dar cabida también a opiniones de
otros historiadores, de la talla de Pierre
Guichard, por ejemplo, para poder
contrastar diferentes visiones sobre la
aparición del islam andalusí y el papel
que jugaron las gentes árabes y bereberes
en su difusión. De vuestra visión parece
desprenderse: a. Que el islam andalusí
(el adjetivo 'español' no me gusta) nació
como evolución espontánea del
cristianismo hispánico unitario anterior
al siglo VIII, o por lo menos, lo favoreció;
b. Que no hubo participación árabe en la
conquista de la península; c. Que algunos
elementos culturales y artísticos (como
el arco de herradura, p.e.) ya existían
en la cultura hispánica preislámica.
Sobre
el primer punto es posible que llevéis
parte de razón y que el cristianismo
unitario arriano haya contribuído al
arraigo del islam en el territorio
peninsular. Sobre la idea de que
determinados elementos culturales y artísticos
ya existían en la Hispania preislámica,
también admito que es una idea acceptable.
Pero donde veo falta de objetividad es en
el tratamiento "shu'ubista" que
le dais a la presencia de gentes árabes
tanto en la fase de conquista, invasión,
ósmosis o como querais llamarle, como en
todo el período histórico que cubre la
denominación Al-Andalus, minorizando o
relegando cualquier tipo de aportación
cultural, étnica, lingüística que de
los árabes venga. A este paso se puede
volver a recristianizar el islam andalusí,
como ya hiciera Asín Palacios!
Precisamente
estos días estaba hojeando la obra del
historiador Pierre Guichard, Al-Andalus.
Estructura antropológica de una sociedad
islámica en Occidente. Barcelona.
Barral Editores. 1976 (publicada en edición
facsímil, con un estudio preliminar de
Antonio Malpica Cuello, Universidad de
Granada, 1995). En dicho estudio
preliminar A. Malpica comenta la polémica
que enfrentó a Olagüe con Guichard en
los años 70 a propósito del libro que
publicais en Webislam.
Dice
A. Malpica (págs. 14-15 del estudio
preliminar): "Queda de manifiesto,
pues, que tanto los arabistas como los
medievalistas se dedicaban a un trabajo en
el que la nota dominante era la
consideración de al-Andalus como un fenómeno
epidérmico. Incluso se puede decir que éstos
esgrimían un carácter de superioridad
del mundo occidental y cristiano, que no
se consideraba tampoco feudal, frente al
árabe. Mientras tanto los dedicados a ése
examinaban su cultura como si [de] un
elemento exótico se tratase, sin esgrimir
argumentos de tipo histórico.
En
ese contexto, aparte de los trabajos que
estaban en curso de realización y daba
muestras de una concepción nueva, se
produjo la aparición de una obra llamada
a tener una especial incidencia por su
influencia en nuestro panorama
intelectual. Fue en 1969 cuando se publicó
el libro de Ignacio Olagüe, en francés
[Ignacio Olagüe. Les
Arabes n'ont jamais envahi l'Espagne. París.
1969], posteriormente traducido al español
[I. Olagüe. La revolución islámica
en Occidente. Barcelona. 1974]. En él
se defendía que la invasión árabe no
existió en cuanto tal, sino que los
hispanos se convirtieron, en medio de una
profunda crisis política y religiosa, al
Islam, al que consideraba una variante de
las doctrinas de unicidad, frente a las
trinitarias. La verdadera adscripción a
la cultura islámica vino dada con la
invasión almorávide, esta vez real. Fue
entonces cuando, al decir de Olagüe, se
inventaron los relatos en que se señalaba
que la invasión árabe existió.
“Muchas
veces he hablado con Pierre Guichard sobre
este tema. Siempre ha mostrado su extrañeza
de que los intelectuales españoles,
mayoritariamente de izquierdas en aquellas
fechas, viesen con simpatías esas teorías,
que, indudablemente, son sencillamente un
disparate. La explicación no está
precisamente en la argumentación final,
sino en la aparente novedad de la exposición.
De este modo, el Islam aparecía como una
cultura que podía conquistar sin
violencia, en contra de la trinitaria y
ortodoxa de Occidente. Pero ni siquiera
eso, porque ciertamente lo que llamaba la
atención era la iconoclastia frente a una
historiografia tradicionalista que se
ocupaba con un empeño febril en mostrar cómo
y dónde fue la batalla entre los árabes
y las tropas visigodas."
Como
respuesta, P. Guichard publicó un trabajo
importante donde contradecía la obra de
Olagüe: "Les Arabes ont bien envahi
l'Espagne". Annales E.S.C.,
núm. 6 (noviembre-diciembre, 1974), que
fue traducido al español: "Los Árabes
sí que invadieron España. Las
estructuras sociales de la España
musulmana", en Estudios sobre
Historia Medieval, Valencia, 1987, págs.
27-71. Y sigue explicando A. Malpica en su
estudio preliminar (pág. 26): "En su
artículo ya citado 'Los árabes sí que
invadieron España', Pierre Guichard, en
1974, el mismo año en que salió en español
su libro Al-Andalus, pone de relieve los
aspectos más esenciales de su tesis. En
la parte final afirma: 'las estructuras de
las dos sociedades presentes en la época
de la conquista de España diferían
profundamente..'. Y concluye: 'resulta que
el dinamismo de la sociedad conquistadora
era superior al de la sociedad conquistada
y que, incluso aparte de las normas jurídico-sociales
impuestas por el Islam y de los aportes
culturales vehiculados por éste, formas
sociales extrañas a la tradición indígena
se implantaron en la península, se
difundieron y contibuyeron a la elaboración
de la civilización andalusí'."
Con
estas citas sólo pretendo llamar la
atención sobre el fenómeno de la
arabización y berberización de Hispania
como un hecho muy a tener en cuenta para
comprender el Islam andalusí y su
civilización. Sin árabes y sin bereberes
posiblemente Hispania no se hubiese
islamizado ni arabizado, tanto como para
dar lugar a una cultura arabófona
singular y especial dentro del contexto
panislámico. Por lo tanto, no cabe
menospreciar ninguno de los aportes a la
cultura andalusí: ni el árabe (étnico y
lingüístico), ni el bereber, ni el judío,
ni el hispano-romano, ni el visigótico.
Posiblemente en el futuro, cuando los
estudios históricos sobre las genealogías
árabes y bereberes, hayan avanzado
suficientemente, podremos dilucidar en qué
grado intervinieron esos elementos humanos
en la cultura andalusí. De momento, hay
que dejar trabajar a los historiadores y
leerlos con la mente y con el corazón.
Hace
poco, buscando información sobre P.
Guichard (muy escasa en la red, por
cierto), topé con un artículo muy
interesante sobre la aportación de la
población yemení al sistema de riegos en
Al-Andalus. Si
para muestra vale un botón, véase: La
transmission des techniques hydrauliques
du Yémen à al-Andalus.
Esto
es lo poco que yo sé. El resto lo decide
el Señor del Universo.
---------------------
-
"La
llum és un dels instruments
principals de la creació. És el mitjà
pel qual el sol refusa les tenebres,
manifestació del caos. Com a emanació
del déu, o del seu ull, pot ser
representada per 'filles' de l'astre,
com les deesses Hathor i Maat i pot
utilitzar com a vehicle l'ureus. Shu i
Tefnut, que Atum extrau de la pròpia
substància, són també éssers de
llum."
-
Isabelle
Franco, Pequeño diccionario de
mitología egipcia.
-
Salvador
Jàfer
La Terra d'Enlloc [Produccions
Alternatives] http://salvadorjafer.net/
|